Cómo elegir pantalones de montana

I pantaloni da montagna

Cómo elegir pantalones de montana

Cómo elegir pantalones de montana: Las piernas son una de las partes más fuertes del cuerpo, pero merecen una gran consideración: caminar cómodo, seco y sin pasar frío ni calor son condiciones necesarias para que una salida a la montaña sea agradable y segura.

¿Cómo elegir el pantalón adecuado?

No existe un modelo universal, sino que hay que buscarlo en función del tipo de actividad que se vaya a realizar, de la forma física y de las condiciones ambientales a las que haya que enfrentarse. De hecho, es fácil comprender las razones por las que un excelente pantalón para escalar en el grupo Rosa resultaría totalmente inadecuado para un trekking veraniego en Cerdeña. Es igualmente fácil comprender que el rápido esquiador de montaña que aspira a la cumbre debe vestir necesariamente de forma diferente al excursionista con raquetas de nieve que quiere llegar a un refugio a paso lento. Y viceversa.

Cómo elegir pantalones de montana: LAS CARACTERÍSTICAS DEL PANTALÓN

Estos son los parámetros que hay que tener en cuenta a la hora de elegir el pantalón adecuado.

  • Ajuste: es la actitud de la prenda para ajustarse a la persona. Algunas marcas tienen un corte estrecho y, por tanto, resultarían incómodas si las llevaran personas robustas. Lo contrario ocurre con los de corte holgado. Esta es la razón por la que siempre hay que probarse la ropa: aunque por lo general se use una talla determinada, es posible que también haya que cambiar de talla al cambiar de modelo, ¡o que ni siquiera haya uno que se adapte al cuerpo!
  • Peso: está relacionado con el peso del tejido, que a su vez es proporcional al aislamiento térmico. Los tejidos técnicos de alta calidad proporcionan un excelente aislamiento incluso con pesos reducidos.
  • Comodidad: capacidad del pantalón de montana para seguir los movimientos del cuerpo. Debe referirse siempre al tipo de actividad para la que se usan.
  • Transpirabilidad: es la capacidad de una prenda para expulsar el sudor o el vapor de agua.
  • Impermeabilidad: es la resistencia de una prenda a absorber agua o vapor del exterior. Los tejidos técnicos de mayor calidad son los únicos que combinan impermeabilidad y transpirabilidad, garantizando una piel seca y, por tanto, una sensación de confort incluso en las condiciones más adversas.
  • Velocidad de secado: es inversamente proporcional a la cantidad de agua que almacena la prenda cuando está sumergida y, por tanto, también al peso que adquiere cuando está mojada. Una alta velocidad de secado es esencial en el caso de caminatas de varios días o climas variables.
  • Robustez: es la capacidad del pantalón de montana para soportar desgarros y roces, característica fundamental para actividades como la escalada.
  • Detalles técnicos: se denominan detalles, pero a menudo son los factores discriminantes en la elección. Número de bolsillos, presencia de cremalleras, cremalleras y costuras estancas, pata de elefante, botones, aireaciones, cordones, refuerzos… todos ellos elementos que optimizan la prenda para la actividad a la que está destinada.
  • Color: la elección del color no es sólo una cuestión de moda. La prenda oscura, por ejemplo, calienta mucho al sol y permite un gramaje inferior al de la prenda clara. Sin embargo, el gramaje más claro puede dejar de ser apropiado cuando se va el sol y llega el frío. Otra consideración es que un color oscuro o de camuflaje, que es excelente para la caza o el estudio de la naturaleza, por ejemplo, no permite identificar fácilmente al excursionista en caso de accidente, además de crear dificultades al fotógrafo que quiera inmortalizar a la persona.
  • Reacciones con la piel: existen fenómenos subjetivos que no deben subestimarse. Por ejemplo, ciertos tipos de sudor al impregnar determinadas fibras desencadenan la proliferación de cepas bacterianas responsables de los malos olores. Depende de cada individuo reconocerlos y evitarlos: lo que en una persona apesta al cabo de poco tiempo, en otra puede no generar ningún olor. Lo mismo ocurre con las sensaciones de picor debidas a reacciones individuales. Además, la piel de las piernas es una de las zonas más sensibles del cuerpo.

Cómo elegir pantalones de montana: PANTALONES DE MONTANA DE VERANO

«De todas formas, en verano hace calor: ¡con un pantalón corto es suficiente!».

Este es un tópico entre los montañeros que hay que desmentir. De hecho, incluso en verano, no siempre hace calor en las alturas; de hecho, las tormentas o los descensos bruscos de temperatura están a la orden del día, por lo que los pantalones largos son imprescindibles, al menos en la mochila. De hecho, incluso sería aconsejable llevarlos durante toda la salida si se quiere tomar altura, limitar las rozaduras en caso de caída, evitar que el rocío empape los calcetines, que la nieve se introduzca en las botas o protegerse de las quemaduras solares, las picaduras de insectos y las ortigas.

Dicho esto, las características a las que hay que prestar especial atención a la hora de elegir un pantalón de montana de verano son la ligereza, la transpirabilidad y la rapidez de secado, todas ellas relacionadas con la calidad del tejido. En este campo, el sintético gana al algodón. El peso del tejido debe ser inferior a 250 g/m².

Evite absolutamente los colores oscuros o los tejidos impermeables, a menos que quiera tomar una sauna. Más bien, cuando se practica senderismo bajo la lluvia, es útil un sobrepantalón impermeable, que puede quitarse cuando cesa la perturbación.

Interesante es la posibilidad que ofrecen algunas prendas de ser desmontables mediante una cremallera y convertirse en pantalones cortos. Sin embargo, antes de comprarlas, es mejor probárselas porque, subjetivamente, la cremallera podría resultar molesta.

Quienes tengan previsto atravesar campos nevados o glaciares deben llevar siempre pantalones largos y elegir el gramaje del tejido en función de la temperatura mínima prevista para su viaje. En caso de fuertes oscilaciones de temperatura, será bueno llevar dos pares de pantalones: uno más fresco y otro más cálido.

Los bolsillos son accesorios muy útiles, al igual que las cremalleras de los bajos, que permiten ponerse o quitarse los pantalones sin descalzarse.

Para los que quieran hacer malabarismos en la roca, la resistencia al desgaste es una característica a tener en cuenta, al igual que la elasticidad. Esta última, sin embargo, no debe ser excesiva, ya que de lo contrario existe el riesgo de que los pantalones de montana se enganchen en los salientes de las rocas.

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Cómo elegir pantalones de montana: PANTALONES DE MONTANA DE INVIERNO

Los pantalones de invierno son una armadura para el excursionista que debe protegerse del frío, la nieve o la lluvia y de las abrasiones en caso de resbalón, algo habitual en terrenos helados.

Combinar termicidad, transpirabilidad, impermeabilidad y vestibilidad es el reto tecnológico de las empresas de ropa deportiva. De hecho, la termicidad va de la mano del peso, pero tiende a ser inversamente proporcional a la transpirabilidad y el ajuste. Esto significa que, para lograr buenos compromisos, hay que utilizar tejidos de altísima calidad, fruto de una cuidadosa investigación y un largo desarrollo.

Un pantalón de montana acolchado, como los que se utilizan para esquiar en las pistas, es efectivamente muy cálido, pero si uno lo utilizara para una excursión con raquetas de nieve o piel de foca, pronto se encontraría sudando y a la primera pausa, con las piernas mojadas, castañeteando los dientes por el frío. Además, para caminar, unos pantalones acolchados o de un material demasiado rígido resultarían incómodos.

Hay que optar por tejidos de más de 250 g/m², ligeramente elásticos y que permitan facilidad de movimientos. Estas fibras también deben ser hidrófugas y transpirables, es decir, que permitan mantenerse seco incluso empapado de nieve, pero que permitan canalizar el sudor de las piernas hacia el exterior. Uno de los tejidos más utilizados para este fin es el SOFTSHELL, que se caracteriza por la presencia o ausencia de membrana. En el caso de ausencia de membrana, suelen estar tratados con un acabado denominado DWR (Durable Water Resistance).

De hecho, un valor que suelen proporcionar los fabricantes para expresar la impermeabilidad del tejido es la «columna de agua«, es decir, la altura que debe tener una columna de agua apoyada sobre el tejido para que el líquido lo atraviese (según la ley de Stevino, esta altura es proporcional a la presión ejercida por el fluido sobre la superficie). Un pantalón de montana de invierno debe garantizar al menos una columna de agua de 5000 mm (es la presión ejercida por nuestro peso cuando nos sentamos en la nieve). Sin embargo, sobre todo entre los deportistas de alto rendimiento, hay quien prefiere un pantalón de montana poco impermeable, pero que transpire mucho y se seque rápidamente. Esta elección es subjetiva y debe hacerse en función de la propia experiencia.

Todos los bolsillos deben tener cremallera, preferiblemente estanca, para que no se llenen de nieve. El deslizador de la cremallera debe ser fácil de agarrar, por lo que debe extenderse con un cordón, de modo que pueda maniobrarse sin quitarse los guantes.

A la altura de los muslos, resulta muy práctica una cremallera longitudinal que activa una toma de aire, consistente en un fuelle relleno de un tejido muy ligero y transpirable, cuya ausencia permitiría la entrada de nieve.

En la parte inferior del pantalón de montana, es necesaria una cremallera con fuelle para ajustar la anchura en el tobillo y permitir que el pantalón pase por encima de la bota, evitando así la entrada de nieve (quienes deseen utilizar el pantalón para esquí de montaña deberán comprobar siempre que la parte inferior pueda alcanzar una anchura superior a la del cuello de la bota).

Los refuerzos anticorte en el pie, especialmente en la zona interior, protegen la prenda de las cuchillas de esquí o de los dientes de los crampones.

En cuanto a las prestaciones, como ya se ha mencionado en el capítulo general sobre la elección de los pantalones de montana, los colores oscuros son desaconsejables, ya que hacen que el comportamiento térmico de la prenda dependa en gran medida de la radiación solar. En caso de accidente, son los colores vivos los más fácilmente detectables en un paisaje nevado.

El grado de abrigo que uno necesita en los pantalones depende tanto del entorno al que se quiere ir como de la propia resistencia al frío. Las personas abrigadas deben evitar la ropa demasiado pesada porque acabarán sudando y se encontrarán mojados y pegajosos.

Un consejo es tener en el armario 2 ó 3 pares de pantalones de distintos pesos, para poder elegir el adecuado una vez consultada la previsión meteorológica unas horas antes de la salida.

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